La noche oscura del alma puede producir una sensación amorfa, carente de significado, forma o dirección. El hecho de utilizar imágenes para representarla y conocer a personas que hayan pasado por esa experiencia y hayan sobrevivido a la misma nos sirve de ayuda. Las grandes historias y mitos de muchas culturas también sirven de ayuda al permitirnos imaginar un esfuerzo humano que nos inspira y ayuda a comprender la situación. Una antigua historia que arroja luz sobre la noche oscura se refiere a un héroe que es engullido por un pez gigantesco. El héroe, o mejor dicho el antihéroe —pues es una víctima de las circunstancias— permanece en las entrañas del pez mientras éste le transporta a través del agua. Dado que se trata de una historia asociada con el hecho de que el sol se pone en el oeste y viaja por debajo de la superficie del agua hacia el este para salir al amanecer, en ocasiones este tema se denomina vivo en el que permanece cautivo. Pero este contenedor se mueve, se dirige a un lugar, le transporta a donde usted necesita ir. Por más que le disguste la situación en la que se encuentra, conviene que la imagine de forma constructiva. Quizá se encuentre en estos mismos momentos embarcado en una travesía nocturna.
Quizá sienta a veces en su oscuridad que algo se está incubando, o que usted se está preparando para afrontar la vida. Se dirige a un determinado lugar, aunque no existan señales externas que lo indiquen. He recibido en mi consulta a muchos hombres y mujeres que no tenían ni remota idea de lo que les estaba ocurriendo, sólo que se sentían apartados de las alegrías normales de la vida. Todos experimentaban una anodina y vaga confusión. No obstante, la mayoría estaban dispuestos a acudir a mi consulta, una semana tras otra, y analizar lentamente los hechos conmigo hasta que apareciera un significado. Algunos tenían desde el principio la sensación de que se estaba produciendo en ellos algo creativo.
El vientre de la ballena constituye naturalmente una especie de útero. Al replegarse en su interior y en su incertidumbre, usted se asemeja a un niño que aún no ha nacido. La oscuridad es natural, forma parte del proceso de la vida. Puede sentir la esperanza, por leve que sea, de que la vida sigue adelante, aunque usted no tenga ni remota idea de hacia dónde se dirige. Es una época en que debe esperar y confiar. Mi actitud como terapeuta en estos casos es la de no tratar de alcanzar una conclusión ni descentrar la situación rápidamente. Es preciso que usted soporte con paciencia estos momentos difíciles y deje que el tiempo lo aclare todo.
Autor: Thomas Moore
Fuente: Libro "Las noches oscuras del alma"